Como en cualquier otro proyecto de jardinería bien realizado, se realizará un estudio de la textura y estructura del suelo y se harán enmiendas si son necesarias o factibles económicamente.
De igual forma se hará un análisis químico del suelo determinando, entre otras cosas, su pH.
Si fuese necesario y permisible se harán las enmiendas adecuadas, aunque es mucho más económico seleccionar las plantas adecuadas al pH existente.
Se tomarán muestras del subsuelo y de la capa superior, ya que el desarrollo radicular se realizará en zonas muy diferentes entre las plantas herbáceas y las plantas leñosas.
El conocimiento de todos estos datos nos permitirá tomar decisiones de abonados y/o estercoladuras de fondo que mejoren la estructura del suelo, así como la selección de aquellas especies adecuadas a las características del suelo.
jueves, 8 de abril de 2010
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